Ponemos en un cazo al fuego el azúcar y un vaso de agua, cuando el azúcar se haya derretido añadimos la juliana de piel de naranja y lo dejamos cocer hasta que el líquido esté muy espeso y la naranja confitada.
Rociamos el almíbar de naranja con la granadina.
Pelamos las naranjas y las desgajamos, colocamos los trozos en una bandeja y los rociamos con agua de azahar, decoramos con la piel de naranja confitada y con las hojas de hierbabuena.
Se sirve muy frío y se suele acompañar con galletas.
Este plato es de origen marroquí.
Enviado por: Sonia Rosales de Mexico, D.F.. .