Poner a calentar abundante aceite de oliva en una cacerola honda.
Mezclar en un bol la harina y la sal, añadir los huevos ligeramente batidos, la leche y la mantequilla fundida. Remover hasta que consigues una masa fina y homogénea.
Rebozar cada trozo de pollo en la masa dejando que el exceso se gotee.
Freír pocos trozos a la vez para que se doren bien.
Escurrir en una servilleta de papel absorbente y guardar en el horno caliente hasta servir en la mesa.
Enviada por: Perla Cuevas, Queretaro.